Cuando las lluvias de agosto ponen a prueba tus desagües
Todos los años, el mes de agosto trae consigo episodios especialmente intensos de lluvias torrenciales. Estos aguaceros repentinos pueden inundar las calles, saturar los sistemas de evacuación de aguas pluviales… y, sobre todo, poner a prueba los sistemas de drenaje de los tejados. Con demasiada frecuencia descuidados, los desagües de tejado desempeñan un papel crucial en la protección de tu edificio. Cuando se obstruyen, aunque sea parcialmente, impiden que el agua se evacue con rapidez, lo que puede provocar acumulaciones peligrosas.
Las consecuencias de un desagüe obstruido no se limitan a charcos temporales. En un tejado plano o de poca pendiente, puede sobrecargar la estructura, provocar filtraciones, dañar los materiales del tejado y, en casos extremos, hacer que se derrumbe toda una sección del tejado.
Por qué los bloqueos son más frecuentes al final del verano
Hay varios factores que hacen que los meses finales del verano sean más propicios a la obstrucción de los desagües. En primer lugar, la vegetación circundante ha alcanzado su pleno crecimiento. Los árboles desprenden hojas, ramas, frutos y semillas, que el viento y la lluvia pueden arrastrar fácilmente y acabar en tus canalones o desagües de tejado. En agosto son más frecuentes las tormentas violentas, a menudo acompañadas de ráfagas de viento que arrastran escombros, polvo y suciedad a tu tejado.
Además, el calor favorece la formación de biopelículas y algas en las tuberías mal mantenidas, que pueden ralentizar el flujo de agua o provocar verdaderos atascos. Por tanto, los edificios que se limpian mal en primavera o cuyo mantenimiento es irregular son especialmente vulnerables a los atascos.
Señales de advertencia y consecuencias invisibles
Hay ciertos signos de que un desagüe del tejado puede estar obstruido:
- Agua estancada después de una lluvia
- Rápido deterioro del revestimiento alrededor de los desagües
- Moho visible en paredes o techos
- Olores de humedad en interiores
- Ruidos de escorrentía anormalmente largos o ausentes en los bajantes
Si estas señales no se toman en serio, las consecuencias pueden ser costosas: filtraciones de agua en el aislamiento, deterioro de la estructura, daños en la propiedad interior o incluso problemas eléctricos. Un tejado no está diseñado para retener el agua durante mucho tiempo, y cada obstrucción multiplica los riesgos.
Prevención y mantenimiento: pasos sencillos pero esenciales
La mejor defensa contra los desagües atascados es un mantenimiento regular y riguroso. He aquí algunos consejos prácticos:
- Haz que inspeccionen y limpien tus desagües al menos dos veces al año, idealmente en primavera y a finales de verano.
- Retira los restos acumulados en el tejado a mano o con un soplador.
- Comprueba que los tubos de bajada no estén retorcidos, rotos o bloqueados aguas abajo.
- Instala rejillas o cestas protectoras sobre las bocas de desagüe para evitar que entren residuos.
- Llama a un techador cualificado si sospechas que hay un problema más profundo en el sistema de desagüe.
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Conclusión No dejes que las lluvias torrenciales conviertan tu tejado en una piscina. El mantenimiento preventivo de tus desagües podría ahorrarte miles de dólares en reparaciones. Ponte en contacto con Toitures LV para un servicio fiable, rápido y profesional.




